El capital circulante ilustra en gran medida la salud financiera de una organización. Entender cómo gestionarlo para mantener el equilibrio en este sentido es tan importante como saber calcularlo e interpretar sus resultados, ya sean positivos o negativos.
Veamos en detalle cómo hacerlo.
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Empieza gratis¿Qué es el capital circulante y para qué sirve?
El capital circulante es un concepto financiero que representa los recursos que una empresa necesita para financiar sus operaciones diarias y comprende los derechos y los bienes que pueden convertirse en efectivo en un breve periodo de tiempo, no superior a un año.
Se trata de un concepto financiero de gran relevancia en las posibilidades que tiene una organización de afrontar sus operaciones en el día a día, por lo que constituye uno de los pilares fundamentales en el mantenimiento y la supervivencia del negocio.
Diferencias entre capital fijo y capital circulante
Otro de estos pilares es el llamado capital fijo, el cual conviene distinguir del capital circulante. Las grandes diferencias entre ambos conceptos residen en el periodo en el que el capital se convertiría en efectivo y por su peso en los procesos empresariales.
Mientras el capital fijo engloba inmuebles y bienes inmovilizados, como terrenos, establecimientos e instalaciones físicas o maquinaria -que a priori no generan beneficio en el corto plazo, pero sí en un futuro-, el capital circulante fluctúa diariamente a través de las operaciones de la empresa y genera beneficios en menos de 12 meses.
Capital circulante positivo vs capital circulante negativo
Otra cuestión clave en el capital circulante reside en la forma de interpretar los cálculos. Como veremos más adelante, el resultado puede ser positivo, lo que indica un estado financiero adecuado, o negativo, que en algunos casos es síntoma de problemas de liquidez, aunque esto no sucede en todos los ámbitos.
¿Por qué es importante gestionar correctamente el capital circulante?
El capital circulante permite que una organización pueda hacer frente a sus operaciones comerciales y financieras. En este punto es importante destacar que no hablamos únicamente de beneficios ya que si hay ventas pendientes de cobro o excesos de inventario, puede haber grandes ganancias y poca liquidez.
Precisamente aquí reside la relevancia de una correcta gestión del capital circulante: tener un flujo de caja que permita afrontar pagos y sobrevivir a hipotéticos retrasos en los cobros.
Principales características del capital circulante
Éstas son algunas de las principales características del capital circulante que pueden ayudarte a comprenderlo como concepto financiero de gran impacto en tu negocio:
- Presenta una fluctuación constante en función de las operaciones comerciales, entrantes y salientes.
- Sirve como métrica de la eficiencia operativa y la rentabilidad de una organización.
- Se compone de activos que previsiblemente se convertirán en efectivo a corto plazo.
- Se utiliza para calibrar la capacidad de una organización de afrontar sus obligaciones a corto plazo.
- Depende en gran medida de la cadena de suministro y la relación con clientes y proveedores.
- Es fruto del equilibrio entre activos y pasivos corrientes.
- La financiación del capital circulante se sostiene sobre pasivos corrientes que deben afrontarse en el corto plazo.
¿Qué cuentas forman parte del capital circulante?
Las principales cuentas que constituyen el capital circulante son las deudas e inversiones a corto plazo, el flujo actual de caja y el stock que compone el inventario, tanto a efectos de productos en venta como de materia prima para producirlos.
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Gastos de la cadena de suministro que suele cubrir el capital circulante
Como habrás intuido, el capital circulante presenta una relación directa con la cadena de suministro de la empresa, ya que es lo que posibilita las transacciones comerciales del negocio para, a su vez, mantener operativa su cadena productiva.
Esto implica una serie de gastos, entre los cuales se incluyen los siguientes:
Pagos a proveedores
Cualquier organización cuenta con proveedores para la adquisición de productos y determinados servicios que soportan su actividad. El capital circulante debe ofrecer solvencia para garantizar el pago de dichas provisiones.
Gestión de inventarios
Del mismo modo, todo lo que tiene que ver con la gestión del inventario también debe quedar cubierto con el capital circulante de la compañía, incluyendo los costes de los establecimientos físicos, de los empleados implicados en el proceso o el transporte, entre otras partidas.
Abastecimiento de materias primas
Aunque podría incluirse en el pago a proveedores, las materias primas que abastecen a una organización en sus procesos productivos -o los productos finales en el ámbito meramente comercial- constituyen el tercero de los gastos principales que debe sostener el capital circulante de una empresa.
Cómo se calcula el capital circulante
Para averiguar si el capital circulante de una empresa es positivo o negativo es necesario conocer una sencilla fórmula, entender los conceptos que la conforman y saber dónde aplicarlas en cada caso:
¿Cuál es la fórmula del capital circulante?
La fórmula para calcular el capital circulante consiste en restar los pagos pendientes y deudas con proveedores en el corto plazo a los activos pendientes de cobro y los inventarios, por lo que se presenta de la siguiente forma:
Activo corriente – Pasivo corriente = Capital circulante |
Ejemplo de cálculo
Para entenderlo mejor, podemos poner un ejemplo en el que los pasivos corrientes pueden ser:
- Impuestos pendientes de pago por valor de 3.000 euros
- Pagos a proveedores a corto plazo por valor de 10.000 euros
- Amortización de préstamos próximos por valor de 8.000 euros
- En total, 21.000 euros.
Por otro lado, los activos corrientes serían:
- 15.000 euros de inventario
- 15.000 euros de operaciones comerciales pendientes de cobro
- 5.000 euros de cajas y bancos
- En total, 35.000 euros
En este ejemplo, el cálculo sería
35.000 € activos corrientes – 21.000 € pasivos corrientes = 14.000 € capital circulante |
Recomendaciones para la liberación del capital circulante
Para garantizar que el resultado de este cálculo es positivo es conveniente mantener el efectivo durante el máximo tiempo posible. A continuación, te contamos algunas de las estrategias más recomendables para ralentizar los pagos y acelerar los cobros, entre otros movimientos.
Prolonga los pagos a proveedores
Dilatar en el tiempo los pagos a proveedores de forma acordada, permite mantener una mayor liquidez e incrementar momentáneamente el efectivo, por lo que crece el capital circulante.
Ten en cuenta la Cantidad Económica de Pedido
El equilibrio es fundamental en la gestión del capital circulante, lo que explica la necesidad de encontrar la cantidad exacta por pedido a cada proveedor para obtener el mejor precio posible en cada caso -EOQ o Cantidad Económica de Pedido-.
Implementa todo tipo de automatizaciones en tus procesos
Digitalizar cualquiera de los procesos de negocio supone una reducción de costes, tanto en el corto como en el medio y largo plazo, por lo que afecta positivamente al mantenimiento de un capital circulante positivo.
Gestiona eficientemente el transporte
Uno de los gastos evitables más comunes en todo tipo de empresas reside en el envío de productos. En este sentido, reunir varios pedidos por viaje puede suponer un ahorro considerable en torno a un gasto tan rutinario como éste.
Acelera los pagos de clientes
Del mismo modo que hablábamos de retrasar los pagos a proveedores, acelerando el cobro de las deudas de tus clientes también se incrementa la liquidez y, por tanto, el capital circulante.
Equilibra tu inventario
Mantener un inventario equilibrado, capaz de responder a la demanda del negocio sin excederse en la acumulación de stock, te permitirá disponer de mayor capital circulante al reducir gastos en instalaciones, productos y empleados.
Haz previsión de la demanda
En la misma línea, es recomendable implementar estrategias y tecnologías de previsión de la demanda para entender la cantidad adecuada de stock que necesitas mantener en las instalaciones de tu empresa para satisfacer los pedidos sin exceder el inventario.
Crea acuerdos bilaterales con clientes y proveedores
La comunicación fluida con ambos agentes es una de las mejores estrategias para controlar el capital circulante de cualquier empresa: si crece o disminuye la demanda del cliente, es mejor hacer lo propio con los pedidos a proveedores.
¿Cómo medir la eficacia de inversión en capital circulante?
Teniendo en cuenta la relevancia del capital circulante en la salud financiera de la organización, es conveniente establecer sistemas de control de la liquidez que te ayude a garantizar un balance positivo en este sentido, algo que se logra mediante las siguientes métricas:
- El ciclo de caja, que abarca el período que transcurre entre una transacción comercial con un proveedor y la recepción del importe de venta al cliente.
- La rotación del stock, que muestra el número de veces que rota el inventario a lo largo de 12 meses, indicando el tiempo de inmovilización del capital circulante.
Utilizar un software de tesorería, como Holded, que además tiene funciones de ERP, control de inventario y CR, entre otras, puede ayudarte a controlar el capital circulante de tu empresa y asegurarte de que su estado financiero es el mejor posible.